La cárcel modelo encierra las historias de los cientos de miles de personas que pasaron por sus celdas. Una de esas figuras fue el jovencísimo y desconocido poeta Josep Domènech i Avellanet, que con apenas 23 años estuvo encarcelado desde 1939 a 1942 hasta ser finalmente fusilado. Su novia, Natàlia Sans, logró rescatar los textos que el autor escribió durante su cautiverio en la Modelo.
Hemos seleccionado el poderoso fragmento «MÁS ALLÁ DE LOS MUROS, LA CALLE», del poema “Tarde de domingo”, en el que el poeta añora todo aquello que sucede fuera de la cárcel y se lamenta desesperado por el lánguido paso del tiempo tras los barrotes.
Creemos que estas palabras pueden ayudarnos a comprender rápidamente la realidad de la cárcel. La frase guarda un paralelismo con la propia vida del edificio, que en un futuro se abrirá a la ciudad, empapándose de todos los estímulos y la vida cultural de las calles de Barcelona.
"Tarde callada, tarde pensativa
de Invierno y Primavera mezcla.
El sol la alumbra; lluvias la besan.
Tarde sin alegría del viento,
tarde callada.
Sin golondrinas,
sin esperanzas.
Más allá de los muros, la calle;
ruta de silencios, somnolienta.
En los aleros de los tejados; pone la bruma matiz diverso.
Tarde sin luz
sabor a rancia
tarde pobre, gris y yerta.
Las rejas tienen reojos
y de sol ausencias.
Murmullos en la cárcel,
plantel de nuevas promesas.
Limosna para la semana,
fruto de falasa cosechas.
¡Ah! si todo aquí acabara…
¡Ah! si la última fuera…
Pero vendrán tantas otras
tristes tardes de paciencia..."
