La ciudad antigua de Argel, la Casbah, hoy se encuentra muy deteriorada, a pesar de haber sido nombrada patrimonio de la humanidad.
A este puerto del mediterráneo se le dio el apodo de “Argel La Blanca” por el color con que un día fueron pintados sus edificios. Nos pareció poético devolverle el blanco, respetando parte del blanco original, escribiendo mensajes que hiciesen que sus paredes y su gente vuelvan a brillar hoy.